viernes, 1 de julio de 2016

IGLESIA PARTICIPATIVA, CREATIVA, VIVA.


Responsabilidad personal y colectiva.
 La Constitución de Chile de 1890 fue reformada en 1989 y en 20O5 y muchos piensan que esas reformas no fueron suficientes.  Chile ha sido convocado por las autoridades de gobierno a reflexionar sobre un cambio constitucional y es primera vez que los chilenos han sido directamente convocados a definir la ley de la nación. La Constitución Gaudium et Spes, ( Nº31) del Concilio Vaticano II declara que “Es de alabar la conducta de las naciones en las que la mayor parte posible de los ciudadanos participa con verdadera libertad en la vida pública”. “Una verdadera fe que nunca es cómoda e individualista, siempre implica el deseo de cambiar al mundo, de transmitir valores, de dejar algo mejor detrás de nuestro paso por la tierra” Evangelii Gaudium, 183.
Como ciudadanos católicos, tenemos un compromiso de buscar y promover el bien en la  sociedad; nuestras opiniones son importantes, valiosas; ellas pueden contribuir a formar un Chile con sólidos principios y valores, con mayor integración y respeto. La Iglesia nos invita a ser cristianos activos, creadores de la sociedad que queremos vivir. Quedarnos al margen es una omisión que repercute en una Iglesia con menos voces, que no actúa como cuerpo. El poder manifestarse en pro del bien común es un derecho y un deber.

No dilapidemos nuestro capital solidario.

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