domingo, 27 de noviembre de 2016

ESTÁ AHÍ, PERCÍBELO


¿No lo sientes?

ADVIENTO es  tiempo de grandes favores si es que estamos atentos y  dejamos que Cristo signifique lo esencial para mi vida.
Él está aquí hoy como ayer y mañana y se hace el encontradizo en cada esquina, en cada situación de vida cuando hace vibrar nuestras antenas, las remece   con llamados de alarma para que no nos quedemos adormecidos.
 Estemos atentos, como quien vela,  abierta la conciencia al Espíritu.
¿Seremos capaces de bajar un tanto las prioridades de nuestros celulares y de nuestras disipadas existencias? Si sí, dejémonos asombrar del manejo que hace el Espíritu en el disco duro de nuestro cerebro, cuerpo y corazón. Él se da el trabajo de almacenar la revelación de Cristo, sus palabras y  obras, su amor, su misericordia, su perdón...
La formación del resucitado va evolucionando  en  cada uno de nosotros en la medida de la acogida que hacemos de Él, a la manera de un verdadero nacimiento.
Esta venida puede ser la revelación de Él en el hermano que quizá menos pensamos.

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