sábado, 10 de junio de 2017

SON TRES

NO SON TRES DIOSES, SINO UN SOLO DIOS EN COMUNIÓN DE PERSONAS.
EL PADRE
Jesús siempre llamó a Dios Abba, que quiere decir "papá". Si uno llama a Dios Padre es porque se siente hijo.   En el Hijo,  el PADRE nos imaginó como hijos e hijas suyos y, por tanto, como hermanos y hermanas del Hijo. Desde siempre estábamos en el corazón del Padre. Allí están nuestras raíces.
Este Padre es de infinita bondad y misericordia. Jesús si se muestra misericordioso con los pecadores es porque está imitando al Padre celestial, que es fundamentalmente misericordioso y ama a los ingratos y malos (Lc 6,35).
EL HIJO
El que llama a Dios papá se siente su hijo querido. Y, de hecho, Jesús dice: "Nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera manifestar" (Lc 10,22). En la oración Jesús revelaba su unión e intimidad con el Padre. Entonces podía decir: "Yo y el Padre somos una sola cosa" (Jn 10,30). Se sentía Hijo, pero con la misma naturaleza del Padre, viviendo una misma comunión.
EL SANTO ESPÍRITU
El Padre nos alcanza y nos abraza con el Espíritu Santo. El Espíritu actuaba desde siempre en la tierra, fomentando la vida, animando a los profetas, a los sabios, inspirando a quienes escribían la Sagrada Escritura, …  El moró en María Virgen, por eso lo que nace de María, como dice san Lucas, será llamado Hijo de Dios (Lc 1,35)  Jesús estaba lleno del Espíritu. Por eso era el hombre nuevo, totalmente libre y liberado de todas las ataduras históricas. En la fuerza del Espíritu Jesús lanza su programa mesiánico de liberación de toda atadura, y nudos de maldad, particularmente del pecado.  Es el Espíritu el que en la misión permite ver y realizar la unidad en la pluralidad de naciones y de lenguas.
El Espíritu y Cristo siempre estarán juntos para conducir de nuevo a la creación al seno de la santísima Trinidad.
Si queremos estar unidos a la santísima Trinidad, hemos de seguir el mismo camino que Jesús: rezar con intimidad, actuar con radicalidad por la justicia y la comunión y aceptar la misma muerte como forma de entrega total y de comunión última hasta con los enemigos.

L. Boff, ccon adaptaciones.

1 comentario:

  1. Buenos días. Quisiera conocer el texto original de Boff y su fuente. Gracias.

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